Otra valiente que se ha unido al reto. Esta vez se trata de mi tía Araceli, y no esperaba menos de ella…
Por cuestiones laborales sólo ha podido hacerlo durante dos días, el fin de semana. Quería vivir por ella misma lo que sucede cuando vas a comprar con 1 euro, levantarte y no poder desayunar e intentar estudiar cuando tienes el estómago vacío.
Ella es una persona que está muy concienciada de todas las desgracias que soportan día a día mucha gente, pero aún así quería ir más allá y realizar este reto para poder hablar con más propiedad sobre esta problemática.
Mientras realicé mi reto me llamó cada día para saber cómo me iba y sobretodo cómo me encontraba. Me decía que al ver mis vídeos no podía evitar pensar en las madres (ella lo es) que no pueden dar de comer a sus hijos y que no se imaginaba cómo tiene que ser esa terrible situación. Por ello nunca se cansará de intentar inculcarle a su hijo el valor de los alimentos y lo afortunados que somos por tenerlo todo.
El primer día lo comenzó como yo, con hambre y y deseosa de un buen desayuno, pero se conformó con un vaso de agua. Antes de ir a comprar intentó distraerse con todas las tareas de la casa, un buen truco para engañar al cuerpo, aunque ya sabemos que un estómago vacío es difícil de silenciar.
Una vez en Mercadona, comenzó la búsqueda de alimentos baratos y combinaciones decentes. Pero me temo que no tuve demasiada suerte….
Al ser sábado tuvo que hacer también la compra del domingo, ¿y qué eligió como menús para su largo y hambriento fin de semana? Huevos, berenjena y pasta. Suena bien cuando lo comes todo junto, pero por separado tienes como resultado tortillas y pasta reseca con berenjenas “encogidas”, la cosa prometía….
Cuando me mandó las fotos ya sabía de sobra lo mal que lo iba a pasar, pero sus ganas y la fuerza que le caracteriza tenían mucho peso como para retroceder y venirse abajo. No me equivocaba, ni en lo del hambre ni en lo de las fuerzas 🙂

Para el sábado eligió los huevos y…ya está, sólo eso. Le costaron 0,95 euros así que no le daba para mucho más. He aquí el menú del sábado, cuestión de huevos.
Para el domingo lo hizo bien, la pasta siempre es una gran elección y seguro que a esas alturas ya sentía bastante hambre. Cuando me llamó para contarme su menú dominguero, me dijo que la berenjena había encogido y no le daba “pa ná”. Para colmo, esa mañana su hijo se levantó con ganas de un súper desayuno (no desayuna jamás), así que tuvo que lidiar con el olorcito a pan tostado, tortura china le llamo yo a eso….

La pasta y la berenjena le costó 0,89 euros, que terminó convirtiéndose en un plato de pasta reseca y una berenjena tímida que aparentaba mucho más y al final quedó en esto….
El lunes a las 6:30 ya estaba tomando café jajajaja Seguro que a partir de ahora lo valora aún más.
A pesar de haber estado sólo dos días realizando el reto, tuvo que escuchar comentarios en contra de lo que hacía, cuestionándole su decisión y llamándole loca (aunque a eso ya anda una acostumbrada). Oídos sordos y a seguir luchando por lo que cree y por lo que merece la pena hacerlo.
Yo le agradezco su interés, su implicación y su apoyo incondicional. Tener a tu lado a personas que te animan y no te dejan cuestionarte ni un segundo que lo que haces es una tontería, es de agradecer y hace mucha falta.
Gracias tía por este gran gesto, por tus palabras y por darme tantísima fuerza. Te quiero.
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