10 días de reto, 10 días para concienciar y para concienciarme, 10 días de experiencias que te cambian sin haber planeado que así fuera.
Ha sido duro, pero más a nivel mental que físico. He pasado hambre, pero lo he podido soportar. Quizás porque sabía que sólo serían diez días….
Durante el reto he tenido en mi mente en todo momento a las familias que sufren esta situación de hambre, desnutrición y muerte. Lo mío tenía fecha de caducidad pero lo suyo no saben cuándo acabará, si es que algún día lo hace.
Levantarte por la mañana con hambre y saber que tienes que aguantar hasta la hora de comer, ir al colegio, a trabajar o a buscarte la vida, con el estómago vacío. No tener más dinero que el que hay en tu bolsillo e intentar dar de comer a los tuyos. Encontrar las fuerzas para decirle a tus hijos que no tienes nada para comer. Que la comida sea el centro de tu vida y el dinero tu obsesión. Crecer y morir sin conocer otra realidad. Perder a un hijo por desnutrición.
Con todo esto me quedo, con la cruda realidad que se vive en nuestro planeta. Comenzó como un reto para concienciar y ha sido como una bofetada en la cara.
Como he dicho durante estos días, vosotros habéis sido mi alimento para seguir con mi lucha. Espero haber llegado a vosotros como me lo había propuesto, y que no sólo haya sido mi chip el que se ha actualizado.
Esto no ha hecho más que comenzar, bienvenid@s a esta gran familia de valientes y gente con ilusión y esperanzas por crear un mundo mejor. Con tu ayuda es posible.
Deja un comentario